Como se sabe, la palabra Constructor proviene del francés
que indica al albañil, el constructor que erigía muros en la Edad Media. La
maestría del arte de la albañilería medieval puede observarse aún hoy en la
magnificencia de las catedrales góticas de Europa. Esos hombres que se
consagraban a la construcción de templos para la adoración del Dios Uno y Trino
no podían ser otra cosa que constructores cristianos!
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